Con alegría, gratitud y júbilo se despide nuestra querida maestra Itúrbide Amelia después de 42 años de dedicación al Colegio.La señorita Amelia hizo Magisterio en el palacio de San Telmo, en la Escuela “Cardenal Spinola” en la rama de Ciencias. Terminó en el curso 77-78 y en el curso siguiente comenzó su etapa de docente, de MAESTRA en nuestro centro. Ha desarrollado su labor en todas las etapas, ha sido tutora de todos los cursos de la antigua E.G.B., de los cursos de Primaria y de los dos Primeros cursos de Secundaria. 42 cursos.
En estos cuarenta y dos cursos creo que ha hecho de todo: madre, padre, abuela, amiga, compañera y sobre todo MAESTRA de sus alumnos y alumnas. Enseñando y transmitiendo BUENOS PRINCIPIOS Y VALORES PARA LA VIDA QUE VAN MUCHO MÁS ALLÁ DEL CONOCIMIENTO APREHENDIDO, que les servirían para toda su vida.
Cariñosa, amable, solidaria y siempre con una sonrisa. En la portada de un libro de poesías que recopiló a principios del 2000, creo que encierra la filosofía sobre la que ha cimentado toda su labor docente durante estos cuarenta y dos años en nuestro centro y dice lo siguiente:
“Una mirada, dos pasos.
Tres palabras, cuatro caricias.
Cinco suspiros, seis emociones.
Siete besos, ocho sueños.
Nueve promesas…un amor.»
Muchas gracias, señorita Amelia, te damos los más de dos mil alumnos que hemos pasado por tus manos, el centenar de compañeros con los que has trabajado “codo con codo” para mejorar este Centro, que ha sido y seguirá siendo tu segunda casa.
Disfruta de tu nueva etapa, etapa de júbilo y de recogida de lo mucho que has sembrado en las mentes y los corazones de todos los que te conocemos.

El día del maestro en España, San José de Calasanz y el inicio de la escuela moderna en el siglo XVII.Este día fue creado en homenaje al sacerdote, pedagogo, santo español y fundador de la primera escuela cristiana popular de Europa, el aragonés José de Calasanz, quien hace ya cuatro siglos, inauguró con modestia la primera escuela libre y gratuita de la Historia.José de Calasanz supo que lo que pretendía era algo más que piedad cristiana con los que hasta entonces habían permanecido sin instrucción, pretendía la búsqueda de la igualdad social y, más allá, la mejora de las condiciones de la humanidad.Nos sentimos orgullos@s de nuestra profesión, con influencia en generaciones y las generaciones que partan de ellas.Felices de poder ejercerla en un colegio de la  Fundación Educativa Sofía Barat . Y agradecid@s a todas las familias que con vuestra confianza nos permitís vivir nuestra vocación. Una labor que nos lleva a la inmortalidad.