Tiempo de Adviento
Recibimos este año el tiempo de Adviento como tiempo de oportunidad y esperanza.
El tiempo de Adviento y su Liturgia está lleno de esperanza, de alegría, de ganas de encuentros. Es un tiempo en el que Jesús nos dice: ¡Contigo voy! Urge prepararnos juntos para que llegue la VIDA y la alegría a nuestras casas y a nuestro mundo.
Adviento es tiempo de abrir la puerta al que viene; es tiempo de ir, de la mano de María y, con ella, dar un Sí a la vida; de acoger desde la fe, la VIDA que se nos regala.
Recibimos este año el tiempo de Adviento como tiempo de oportunidad y esperanza. Durante estas semanas, la voz del Profeta Isaías y de Juan el Bautista va a resonar de forma especial en medio de la realidad que vivimos. Por eso, unimos nuestras voces a la de Juan el Bautista, que anuncia que Jesús viene y denuncia el egoísmo y el materialismo. Y escuchamos con esperanza al profeta Isaías que nos va acompañando en todo este Adviento y nos habla del sueño de Dios.
Que en este tiempo de Adviento se nos regale la consciencia, la capacidad de reconocer a Dios en nuestra realidad, en los gestos y palabras de cada día; que optemos por dejar las puertas y ventanas de nuestra casa abiertas obstinadamente a la esperanza honda de una mirada positiva y de unos encuentros que construyen Reino.