CLAUSTRO DE ADVIENTO
Nuestra espera es la espera de María, la del fruto de su vientre.
Dejemos entrar a Dios en nuestra vida, buscando la verdad sin perder la confianza. Atrévete a sentir cada día los latidos del corazón de Jesús.
Nuestra espera es la espera de María, la del fruto de su vientre.
Dejemos entrar a Dios en nuestra vida, buscando la verdad sin perder la confianza. Atrévete a sentir cada día los latidos del corazón de Jesús.