¡Gracias, Carmiña!
A punto de comenzar el nuevo curso, despedimos a nuestra querida compañera y maestra Carmiña.
Este mes de septiembre será el primero desde 1988 en que no te incorpores a las clases, al haber llegado el momento de tu jubilación. ¡Cuánto te vamos a echar de menos! No solo eres una magnífica profesional, sino que eres una excelente persona: humana, cariñosa, discreta, servicial, generosa, divertida, simpatiquísima y llena de energía. Convencida de que la educación es el motor del progreso de la sociedad, has entregado tu vida a preparar lo mejor posible a tus alumnos de todas las etapas, Infantil, Primaria y ESO, y nos has transmitido los valores del Sagrado Corazón.
En estos momentos, se mezclan en todos nosotros sentimientos encontrados: nos alegramos muchísimo por ti; pero también nos apena no tenerte cada día entre nosotros. Nos quedan tu ejemplo y, estamos seguros, tu corazón.
Desde aquí queremos hacerte llegar nuestro agradecimiento infinito por lo mucho que nos has dado y enseñado.
¡¡Disfruta de tu merecida jubilación junto con nuestro querido y recordado maestro Andrés!!
¡¡Que Dios os bendiga!!