25 Mayo 2021. Santa Magdalena Sofía Barat
Después de largos meses sin compartir el mismo espacio, toda la Comunidad Educativa, acompañada por las Religiosas del Sagrado Corazón de la Comunidad de Torreblanca AGRADECE la herencia que nos ha dejado Magdalena Sofía Barat: su amor al Corazón de Jesús, su ser educador y su intuición educativa tan actual hoy; su empeño por ayudar a los niños y a los jóvenes, su entrega a los más pequeños, a los más desfavorecidos.
Este curso no ha sido sencillo.
Lo comenzamos llenos de preguntas, con mucha incertidumbre, y hoy, casi ya al final, nos sentimos acompañados por Magdalena Sofía, la mujer fuerte y llena de ternura que siempre apostó por transitar el presente con hondura y desde Dios.
Hemos hecho muchas actividades recordando su vida y su entrega. En este álbum de nuestra página de Facebook encontraréis muchas imágenes de ste día tan especial.
Para terminar el día, los profesores, religiosas y PAS celebramos la Eucaristía que nos reconfortó nuestro corazón agradecido y confiado, como el de Magdalena Sofía.
En medio de las dificultades, la incertidumbre, las preguntas sin respuestas, la soledad de unos momentos y el compartir desde el corazón de otros.
En medio de todo: GRACIAS, SEÑOR. Este tiempo nos has recordado muchas cosas importantes. En esta pandemia todos, mayores y niños hemos aprendido la importancia de dedicar tiempo de calidad a la gente a la que quieres. Eso es amor y el amor es la respuesta evangélica a la vida.
La vida tiene un punto de intemperie y la pandemia nos lo ha recordado. No todo puede ser seguridad. Magdalena Sofía supo vivir esa intemperie desde la confianza puesta en Dios y así nos invita a vivir.
Este tiempo nos ha recordado que éramos mucho más ricos de lo que pensábamos. Y por ello tenemos mucho que agradecer. Ojalá la pandemia nos vaya enseñando a tener la gratitud como equipaje vital.
En este curso hemos aprendido lo importante que son los encuentros. ¡Qué bien conocía esto Magdalena! Qué importante es el cuidarnos unos a otros; una llamada, una conversación nos llena de esperanza
Y, por último, en este tiempo hemos aprendido lo importante que es ser luz, añadir algo de luz a este mundo. Aportar esperanza y humor, aliento y fuerza. Magdalena Sofía fue una mujer de esperanza, de fuerza llena de ternura en medio de una realidad, también compleja.
Por todo ello, hoy, Señor, te queremos dar las gracias. Por poder recorrer este camino juntos desde la fe, acompañados de grandes referentes. Gracias por poder hacer de nuestro colegio, familia, espacio de verdad, de humanidad y ternura. Acompáñanos, Magdalena en este camino y síguenos recordando que JESÚS es nuestra fuente de vida y verdad.